Una mirada dice mas que mil palabras...

Todo comenzó en ciudad de España, era un día lluvioso, húmedo y frío...
Ese día Annie se encontraba aburrida y tenía ganas de salir. Cuándo para de llover aprovecha y sale a dar una vuelta. Agarra su piloto, las llaves, pero se olvidó del paraguas.
En la calle no había mucha gente ya que el día estaba espantoso, pero a Annie no le importo.
Recorriendo las calles de la ciudad no encontró nada que pueda quitar su aburrimiento.. - Comienza a llover - Annie había olvidado llevar su paraguas e intenta cubrir su cabeza con la capucha de su piloto.
Llovía muy fuerte, ella no sabía que hacer porque estaba lejos de su casa y los taxis estaban todos ocupados..
Entra al primer negocio que se le cruza para no seguir mojándose. Era una librería, todo estaba muy tranquilo dentro, solo estaba Alfonso que envolvía algunos libros. Al ver entrar a Annie, él solo la mira, sonríe, no dice nada y sigue envolviendo los libros..
Ella tampoco dice nada.. , solo lo mira, se quita el piloto todo mojado y lo cuelga en el perchero.
Al ver tantos libros y el día tan horrible pensó que estaba especial para leer, va en busca de un libro. Cuando estaba en los pasillos de las bibliotecas entre libro y libro no pudo evitar volver a verlo, el también lo estaba haciendo pero disimulada mente para que ella no se diera cuenta de ello...
Haciendo tiempo para poder quedarse un rato más ella seguía buscando un libro para leer. Cuándo encuantra el libro que ella quiere, él se da cuenta de cuál es y piensa en hacerle una sorpesa para deslumbrarla..
Annie va con su libro para que se lo envuelva, - se sonroja -, Alfonso sonríe.. y toma el libro para envolverlo..
Al terminar de envolverlo él, agarra un papel y empienza a hacer origami. Ella sorprendida al ver lo que Alfonso hacía y con ansias de saber que es, se había olvidado del aburrimiento que tenía y de lo mojada que estaba..
La sorpresa eran dos mariposas de papel color rosa muy bonitas y las coloca en el envoltorio. Pero eso no era todo, Alfonso toma otro papel de color rojo y hace una rosa. A ella le encantaba lo que él podía hacer tan solo con un trozo de papel.
Cuándo él estaba terminando de hacer esa hermosa rosa, - suena la campanilla de la puerta-, entra Dulce una cliente fiel de Alfonso, tosdos los días iba y compraba un libro. Ella toda coqueta con su saco de piel y sus zapatos finos mira lo que hacía Alfonso, y ve a Annie que solo sonreía esperando que él le de su rosa..
Dulce la ve con desprecio porque no encontraba la gracia a un papel arrugado con forma. Él le entrega la rosa a Annie y la huele como si fuera una rosa de verdad..
Alfonso contento de que le halla gustado su sorpresa la mira con felicidad. Pero Annie igual se sentía un poco incomoda porque al ver a Dulce con su saco de piel y sus zapatos caros y ella con todo el cabello mojado y su ropa húmeda, y de que Dulce la miraba con desprecio por lo que Alfonso le había regalado.
Pero lo que sentía Dulce era envidia por Annie porque a pesar de que ella era su cliente fiel e iba todos los días a su librería a comprarle un libro y se arreglaba de pies a cabeza Alfonso nunca le había hecho algo así y nunca la había mirado de esa manera como la veía a Annie.
Dulce pide su encargo y se queda en la librería, Alfonso se lo da, mientras que Annie agarró el libro y su rosa y se fue sin decir nada.. solamente lo miro a él y sonrió.
Cuándo sale y va caminado por la vereda contenta abrazando su libro se acuerda de que se había olvidado su piloto pero decide dejarlo a proposito para después algún día volver..

No hacía falta ni una palabra, solo miradas que hablaran por sí solas...